Para que las mujeres y los hombres vivan
de la Tierra de forma sostenible

Los temas de acción de AVSF

El equipo de  profesionales de AVSF apoyan a las familias y organizaciones campesinas en 4 grandes temáticas y también en las situaciones de post-urgencia.

Organizaciones campesinas, mercados y comercio justo

Permitir a las familias campesinas vender sus productos

Numerosas familias campesinas sufren una exclusión económica y de los mercados: las políticas de apertura y desregulación comercial llevadas a cabo desde hace treinta años agravaron la competencia desleal entre las agriculturas del Norte, con una alta productividad y fuertemente subvencionadas, y las agriculturas campesinas del Sur, cuyo acceso a la tierra, agua, préstamos y apoyo técnico son escasos. Localmente, el acceso a los mercados es a menudo difícil dada la ausencia de infraestructuras adecuadas, o la enorme falta de informaciones transparentes sobre los precios. Debido a la concentración en ciertos sectores y a un poder todavía débil de negociación de las familias campesinas, numerosos comerciantes pequeños, algunas empresas agroindustriales y de la gran distribución, captan hoy lo esencial de la riqueza creada en el Sur. AVSF trabaja para las cadenas alimentarias locales y de exportación más pequeñas y mejor estructuradas por los campesinos organizados. Los proyectos de AVSF promueven sectores que remuneren mejor el trabajo de las poblaciones campesinas, valoricen los terrenos y productos agrícolas sanos y de calidad, animen los sistemas de producción campesinos más ecológicos, y finalmente contribuyan a la seguridad y soberanía alimentaria de las poblaciones del Sur.

La asociación apoya la venta directa de los productos alimenticios bio y transformados (frutos y verduras, cereales, productos lácteos y ganaderos). Para ello, contribuye a la oragnización de mercados o puntos de venta campesinos, al establecimiento de alianzas de productores con consumidores urbanos para la distribución de canastas semanales ya sea con empresas, con el Estado o colectividades locales en el marco de compras públicas para la restauración escolar. Contribuye también al funcionamiento de sistemas locales de almacenamiento como bancos de cereales. 

Marché MadagascarMercado local en Madagascar (Foto J. MAS)

Un apoyo indispensable a las organizaciones de productores  

AVSF apoya a numerosas organizaciones de productores de café, cacao, quínoa, plátanos, mangos, litchis, vainilla, sésamo, anacardos, fonio de los Andes, América Central, Haití, Senegal, Malí, Togo o Madagascar en sus gestiones de exportación directa a los mercados bio, gastrónomicos y de comercio justo. Cofundador de la iniciativa Max Havelaar France en 1993, AVSF continúa colaborando en la petición de etiquetados de calidad a través de estudios de impacto y prospectivas. La asociación participa en el comité de seguimiento técnico del  référentiel ESR (Equitable, Solidaire, Responsable) creado por Ecocert, que asocia agricultura biológica y comercio justo, también apoya el simbolo pequeños productores, creado por las organizaciones campesinas de América Latina para diferenciar los productos resultantes de las organizaciones de pequeños productores, de los de las agroplantaciones y de la agricultura contractual.

El refuerzo de las organizaciones campesinas está en el corazón de la estructuración de sectores justos y sostenibles. Se trata de crear la suficiencia local necesaria para el control por las personas productoras asociadas, de la colecta, de la calidad, de la certificación y de la comercialización. También consiste en acompañar a las organizaciones de productores en la puesta en marcha de servicios de asistencia técnica, de compra de fertilizantes, de almacenamiento, de transformación o de crédito. En fin, se trata de sostener a estas organizaciones en sus acciones de defensa de los intereses campesinos y de repercusión en las políticas de desarrollo. 

La promoción de sectores innovadores y el desarrollo de acciones regionales de intercambios de experiencias y de refuerzo de redes, plataformas y sindicatos nacionales de organizaciones económicas campesinas, son dos de las prioridades para AVSF en los próximos años.

Ganadería y sanidad animal

La ganadería es crucial para la supervivencia de las familias campesinas

La sanidad y las producciones animales constituyen una de las actividades históricas principales de AVSF. Hoy, la asociación interviene en estos  ámbitos con el objetivo de mejorar la productividad de la ganadería familiar en los países en desarrollo y valorizar económicamente los productos animales para las familias campesinas, pero también para proteger la Sanidad Pública.

En los países con menos progresos en término de desarrollo, la ganadería tiene un papel crucial para la supervivencia de las familias campesinas. Sobre todo facilita el tránsito por los periodos sin cosecha (autoabastecimiento, fuente de fianciación para comprar otros alimentos). Huevos, leche y carne constituyen una aportación nutricional proteica de calidad, en particular para las mujeres embarazadas y la niñez. 

En cuanto a la tracción (labranza, transporte,...) y la fertilización del suelo, los bovinos, caballos y camellos asumen una función crucial en las explotaciones agropastoriles. Para los ingresos, la pequeña ganadería (aves de corral, pequeños rumiantes, porcinos,...) reprensenta una fuente de liquidez facilmente movilizable. Los «grandes animales» constituyen una forma de capitailización, como en Sahel donde permiten la valorización de las zonas más cerradas y la supervivencia de las poblaciones pastorales que viven en ellas.

Ganadero en Malí (Foto P. ROCHER)

Asegurar la ganadería campesina 

Para AVSF, asegurar la ganadería campesina es una fuerte apuesta, supone ayudar a los ganaderos a conocer sus principales limitaciones, entre las primeras se encuentran los problemas en cuanto a la zootecnia (disponibilidad alimentaria, reproducción, mejora del hábitat,...) y la salud de los animales.

El impacto de las enfermedades animales, es visiblemente considerable: en el plano económico, las pérdidas directas (mortalidad, baja de la  producción) e indirectas (consecuencias comerciales particularmente debidas a la exportación) se traducen para los ganaderos y sus familias en un considerable descenso de las rentas. Y provocan una débil productividad del sector ganadero a escala regional y nacional, y a un impacto negativo en el balance comercial.

Las consecuencias de estas enfermedades animales sobre la salud humana pueden llegar a ser dramáticas por la vía de productos contaminados o zoonosis (enfermedades transmisibles al ser humano) como la rabia, la brucelosis o las infecciones transmitidas por los insectos, actualmente esto último está teniendo un fuerte impacto por el cambio climático y la libre circulación de bienes y personas. Se estima que el 60 % de las enfermedades humanas conocidas son de origen animal, así como el 75 % de las enfermedades humanas emergentes y el 80 % de los patógenos utilizables para el bioterrorismo.

En el terreno, la eficienca del control de sanidad animal pasa por la organización de tres pilares indispensables y complementarios:  

  • la formación y la estructuración de los ganaderos, 
  • la constitución de una red profesional de terreno (veterinarios, agentes comuntarios de sanidad animal...) 
  • el refuerzo de los servicios públicos, a nivel local y nacional. 

Gestión de recursos naturales y agroecología 

Asegurar el acceso a la tierra, al  agua y a los recursos naturales

Las comunidades campesinas sufren situaciones de gran desigualdad en lo que respecta al acceso a los recursos. La competencia crece debido al acceso y al uso del agua, las tierras cultivables, los espacios pastoriles y forestales. Este acceso desequilibrado a los recursos es a menudo un problema mayor que lleva a penurías alimentarias en el Sur. Todo ello debido sobre todo a la urbanización creciente, el desarrollo de las explotaciones mineras o forestales, agroindustria intensiva y fenómenos crecientes de acaparamiento de tierras y aguas. A menudo poco organizados, para las  campesinas es difícil defender sus derechos de acceso. AVSF apoya a las organizaciones campesinas que se estructuran y se implican en la defensa de los derechos de acceso y uso de estos recursos estratégicos para producir. 

En numerosos países, el crecimiento demográfico y la presión territorial limitan la sobreexplotación de los recursos o la colonización de ecosistemas frágiles a las familias. A lo que les sigue una degradación progresiva de los recursos, traduciéndose en la erosión, alteración y descenso de la fertilidad de los suelos, llegando a veces a provocar la desaparición de tierras agrícolas, la contaminación de aguas o la pérdida de biodiversidad. AVSF apoya a las comunidades campesinas en el funcionamiento de reglas y prácticas de gestión colectiva productiva y sostenible de estos recursos, en concertación con las autoridades y el conjunto de los actores de los territorios. La apuesta consiste en producir más sin ocupar tierras nuevas, evitando procesos de deforestación o degradación de los ecosistemas frágiles: estabilización de frentes pioneros, plan de ordenación de espacios pastoriles, gestión racional de la irrigación, fertilización de los suelos, etc.

BrésilPlantación agroecológica en Brasil (Foto R. SENA)

Para otra modernización de la agricultura: la agroecología es indispensable 

En las últimas décadas, la corriente dominante del desarrollo agrícola de los países del Sur era el modelo de la «revolución verde»: consistente en modernizar la agricultura a través de aumentar la intensidad productiva, basada en los modelos altamente consumistas de fertilizantes químicos y semillas o especies animales llamadas mejoradas. Varios factores impulsan hoy la conciencia sobre la urgente necesidad de promover otra vía de modernización de las agriculturas campesinas: estancación del rendimiento, aumento del precio de los abonos, disminución anunciada de la disponibilidad de fósfatos, el costo financiero y medioambiental de la alimentación animal y las consecuencias de estos modelos sobre la contaminación de aguas. 

Se trataría entonces de volver a los fundamentos de la agricultura, que todavía muchas de ellas campesinas siguen practicando: utilizar lo mejor posible el ecosistema y mejorar naturalmente su productividad. AVSF por tanto promueve la agroecología que constituye una evolución indispensable, demostrada su eficacia en el Sur con grandes beneficios. Agroforestería, prácticas de integración agricultura-ganadería, siembra bajo cubierta vegetal, unión de cultivos. Todas estas prácticas limitan la introducción de fertilizantes exteriores (petroleo, estiércoles, pesticidas), preservan la fertilidad y la vida de los suelos así como la biodiversidad, contribuyen a abastecer ciudades y campos con alimentos sanos y de calidad. Por último, gracias a la promoción de cadenas más cortas, la agroecología permite el desarrollo de una agricultura más local, anclada en los territorios, en una relación comercial de proximidad con quienes consumen.     

Agriculturas campesinas y cambio climático 

Las familias campesinas, primeras víctimas del cambio climático

Frente a los efectos del cambio climático, las familias campesinas están en primera línea. Desde 2008, por medio de proyectos innovadores, estudios de fondos y otras campañas, AVSF integra este nuevo objetivo en su acción.    

La agricultura campesina está gravemente afectada por el incremento de los riesgos climáticos, aunque ella no sea la responsable. Las comunidades rurales con las cuales trabaja AVSF padecen una sequía agravada, ciclones e inundaciones cada vez más frecuentes, y sobre todo ciclos de lluvias y temperaturas más aleatorios. Las consecuencias son múltiples: bajos rendimientos, pérdida de cosechas, ganado e infraestructuras, degradación en cadena del medio-ambiente y de los suelos, conflictos crecientes sobre el uso de recursos.       

Agricultores, ganaderos y campesinos siempre supieron, en condiciones extremas y cambiantes, desarrollar estrategias de adaptación. Pero hoy, debilitados por fuertes limitaciones económicas y estructurales, encuentran dificultades para enfrentar la amplitud del fenómeno climático. 

AVSF desarrolla desde 2009 un programa  «cambio climático» con el fin de delimitar mejor sus impactos sobre la agricultura campesina, atender las respuestas espontáneas de las familias  campesinas sobre el fenómeno, y mejorar la consideración de este factor de riesgo en sus acciones de cooperación.

Repoblación agroforestal en Perú (Foto AVSF)

Una  respetuosa adaptación al clima  por parte de los campesinos y las campesinas

En los países de cooperación, AVSF también pretende desarrollar con las comunidades estrategias de adaptación respetuosas a las necesidades de los campesinos y a los conocimientos tradicionales, permitiéndoles incrementar su resistencia, pero también mejorar su situación económica y contribuir a limitar las emisiones de gases de efecto invernadero.    

AVSF estudia proyectos especifícos, por ejemplo:

  • En Haïtí: la ordenación de la cuenca hidrográfica del río Fonds Melon en el Sur este, por la repoblación forestal y la agroecología, permite restaurar la fertilidad de los suelos, proteger las parcelas de la erosión en los períodos fuertes lluvias, y diversificar los ingresos. 
  • En Perú: la repoblación agroforestal de Pichanaki tiene como objetivo restaurar un medio ambiente degradado, almacenar CO2 y diversificar los ingresos de los productores de café.
  • En Malí y Senegal: la producción de bio-gas a partir del estiércol facilita el acceso a la energía, y permite limitar las emisiones de metano y CO2. 

Por último, en alianza con sus colaboradores del Sur, franceses y europeos, AVSF disputa con las instancias nacionales e internacionales, por una mejor consideración de las necesidades de las agriculturas campesinas frente al cambio climático, por el apoyo a una intensificación ecológica de la agricultura y de la ganadería (agroecología) y toda forma de relocalización de la agricultura sobre sus territorios.

Post-urgencia

Desde su creación, AVSF promueve acciones de apoyo inmediato a las poblaciones afectadas por las grandes sequías del Sahel o por las tormentas y ciclones en América Latina. Reconocida desde 2010 como socia de la DG ECHO y tras el terrible terremoto de Haití de enero de 2010, AVSF reforzó sus acciones de rehabilitación para las comunidades afectadas por catástrofes o crisis, en sus zonas de intervención.

En tales situaciones, el objetivo de AVSF es devolver rápidamente a las poblaciones afectadas, los medios y las capacidades para alimentarse y cubrir sus necesidades económicas vitales.

En 2012, AVSF participó en proyectos de apoyo a poblaciones afectadas por inundaciones en Ecuador y Camboya: distribución de semillas y otros recursos para facilitar la reactivación de las actividades de las víctimas, construcción y acondicionamiento de áreas de refugio, etc. Actualmente es en el Norte de Malí donde AVSF interviene con mayor frecuencia siguiendo estas modalidades, tras la crisis de 2013: distribución de ayuda alimentaria, lucha contra la malnutrición de mujeres y niños, salud animal, rescate de campañas agrícolas, recapitalización en ganado de las poblaciones desplazadas, etc.